Retomando un viejo proyecto que hemos vuelto a poner en candelero en esto últimos días, vamos a proceder a analizar quienes fueron los comandantes y cuál fue la historia de otra de las divisiones de la Panzerwaffe, en este caso la tercera.
Organizada en el Wehrkreis III, esta “división del oso”, así llamada por la presencia del oso de Berlín en su emblema, fue activada el 15 de octubre de 1935 en el campo de maniobras de Wünsdorf, bajo el mando del Generalleutnant Ernst Fessman (6 de enero de 1881 – 25 de octubre de 1962). Este, un antiguo general de caballería que había formado parte del Ejército bávaro y había combatido en la Primera Guerra Mundial, provenía de comandar una unidad especialmente importante, la Panzer Lehr Brigade, que era la que se dedicaba a la formación y a la experimentación del arma blindada. Fessman permaneció al mando de la unidad hasta septiembre de 1937, momento en el que se retiró de la vida militar, aunque por poco tiempo. Volvió al servicio activo al estallar la guerra, comandando la 267 Infanterie Division en el frente del oeste al menos hasta mayo de 1941. Se jubiló definitivamente el 30 de abril de 1943, con 62 años. Fallecería en Pulllach el 25 de octubre de 1962.
La primera intervención de esta unidad en el extranjero se produjo durante el “Anschluss” de Austria, el Generalleutnant que se encontraba entonces al mando iba a convertirse en uno de los nombres famosos de las fuerzas acorazadas alemanas: Leo Geyr von Schweppenburg (2 de marzo de 1886 – 27 de enero de 1974). Al igual que su predecesor, Schweppenburg había sido oficial de caballería durante la Primera Guerra Mundial, durante la cual alcanzó el grado de capitán, y al igual que él, pasó a integrarse en la Reichswehr después de la gran contienda. Oberst en 1932 y Generalmajor en 1935, alcanzó el grado con que aquí acabamos de encontrárnoslo en 1937, el mismo año en que, en octubre, tomaba el mando de la división. Estuvo al mando de la unidad durante la campaña de Polonia, tras la cual, en octubre de 1939, cedió el puesto para encaminarse hacia puestos de más responsabilidad, aunque de menos lustre, ya que en febrero de 1940 recibe el mando del XXIV Armeekorps (y no Panzerkorps, como se ha dicho en ocasiones), que forma parte del Heeresgruppe C del general Ritter von Leeb. Schweppenburg estará al mando de este cuerpo durante la campaña de Francia, donde ejecutará algunos movimientos contra la línea Maginot, quedándose en el país hasta noviembre de 1940 para luego volver a Alemania, donde su Cuerpo de Ejército será motorizado. Así, el 21 de junio de 1941, y dentro del seno del Panzergruppe 2 de Guderian, lo que Von Schweppenburg dirige sigue sin ser un Cuerpo de Ejército blindado, y aunque esté compuesto por dos divisiones acorazadas, la 3.ª y 4.ª Panzer, también consta de una motorizada, la 10.ª, una de infantería, la 267.ª (comandada hasta hacía poco por Fessman, quien lo había precedido al mando de la 3.ª Panzer) y una de caballería, la 1.ª. Va a permanecer al mando de esta unidad hasta enero de 1942, momento en que se retira, algo bastante habitual en la Wehrmacht aquel invierno, por motivos de “salud”.
Su acceso al mando de un verdadero Panzerkorps tiene lugar poco después, el 21 de julio de 1942, en sustitución de Georg Stumme, que acaba de ser enviado a un consejo de guerra, sin embargo es un puesto de corta duración, pues en septiembre, en plena campaña del Cáucaso, es cesado. La primavera siguiente Von Schweppenburg es enviado a Francia, donde bajo las órdenes de Von Rundstedt empieza a organizar una fuerza blindada, que se convertirá en el Panzergruppe West, con el que se enfrenta al desembarco aliado el 6 de junio. Sin embargo el mando le dura poco, aunque esta vez no a causa de un nuevo cese, sino porque el día 10 es herido durante un ataque aéreo aliado. Tras recuperarse, se convertirá en Inspector General de las Fuerzas Acorazadas, un puesto que también había ocupado Guderian, casi hasta el final de la guerra.
Una vez terminada la contienda, Schweppenburg permanecerá preso hasta 1947, y colaborará, bajo la dirección de Franz Halder y junto con otros generales alemanes, en la redacción de la historia alemana de la guerra, una de las fuentes fundamentales del llamado “memorialismo”, que tratará de culpar a Hitler de todo lo acontecido y creará el mito de la “Wehrmacht limpia”. También escribirá dos libros, uno sobre sus experiencias como agregado militar en Londres y otro sobre su actuación durante la guerra. Morirá en Irschenhausen, cerca de Munich.
De nuevo mis felicitaciones por esta sección. La sigo con interés.