En esta entrada y en la próxima vamos a hacernos eco de un documento interesantísimo: la acusación contra el mariscal Pétain una vez finalizada la segunda guerra mundial en Europa, tal y como la narró el periódico Front National en su edición del 12 de agosto de 1945.
24 de octubre de 1940. Pétain se entrevista con Hitler en Montoire.
ACUSACIÓN IMPLACABLE DEL FISCAL MORNET, QUE SOLICITA
LA MUERTE PARA PÉTAIN.
Todo el mundo sabía perfectamente que el proceso Pétain iba a iniciarse con la acusación, así, a partir de las 12.30 horas la sala estaba llena mientras que los jurados, la defensa y la prensa invadían la antesala de la corte suprema.
Cuando los magistrados hicieron su entrada los asistentes, aún más numerosos que el día de la declaración de Pierre Laval, ya ha caldeado el ambiente y cada uno trata de darse aire lo mejor que puede.
El fiscal general solicita, en voz baja, el permiso del presidente para preparar sus documentos.
Mientras el Sr. Mornet se aclara la voz, el Sr. Mongibeaux declara que, desde su punto de vista, es mejor “mostrar la fuerza que tener que utilizarla” y que espera que los lamentables incidentes del día anterior no se repetirán.
A continuación se cede la palabra al fiscal general. Son las 12.32 horas. Este empieza de inmediato con su acusación.
“Durante cuatro años, Francia ha sido víctima de uno de los engaños más temibles, uno de los que turba los espíritus y que, aprovechando un nombre ilustre, sirve como tapadera para la traición.
Este engaño debe ser disipado por medio de este proceso.
Por eso, acometo sin pasión la tarea que me he asignado. El alegato que pretendo llevar a cabo solo descubrirá hechos, y espero que, tras esta exposición, la verdad se hará evidente para todos”.
UN ATENTADO CONTRA LA REPÚBLICA
El fiscal pasó a definir la traición del acusado:
“No se trata de estos acuerdos cínicos en los que uno vende a su patria para satisfacer un rencor, o intereses inconfesables, sino de un atentado contra los sagrados intereses de la patria en circunstancias que paralizan el relejo nacional y hacen perder la noción de las cosas.
Pétain pidió a Francia que aceptara definitivamente la derrota y aceptara formar parte de una Europa germanizada. La ha humillado frente al mundo. Ha querido convertirla en sierva de sus vencedores. Ha querido, ocultándose tras una neutralidad hipócrita y a pesar de sus compromisos, obligarla a ejecutar una guerra solapada contra nuestros aliados.
Esto, es lo que deshonra a una nación, y lo que una nación jamás podría perdonar”.
Luego, el fiscal pasó a analizar los móviles de la traición.
“¿Por ambición? No. La palabra es impropia, por la vanidad de tener poder; por instinto autoritario y por odio al régimen republicano. Este odio lo expresaron algunos de quienes lo rodeaban: <<la República ha muerto, esto bien vale una derrota>>. El asunto Pétain comenzó con un atentado contra la República”.
El Sr. Mornet hizo a continuación un retrato moral de Pétain citando algunos de sus discursos.
LA HISTORIA LO JUZGARÁ
“Esta es mi política, decía el acusado al día siguiente de Montoire [se refiere a la entrevista sostenida con Hitler en dicha localidad]. Solo yo, seré juzgado por la historia.
Pétain encarnaba a la patria, encarnaba el poder, aunque lo delegara en Pierre Laval, y tras haber encarnado la derrota con Laval y Darlan, no hubiera pedido nada mejor que seguir encarnando el poder con De Gaulle”.
Pétain [presente en la sala] escucha al fiscal sin mostrar emoción alguna, pero cuando un cineasta quiere filmarlo, oculta su rostro tras sus manos enguantadas.
“Pétain entró en el gobierno Reynaud [el último antes de la derrota francesa en junio de 1940] con la certeza de que pronto reemplazaría al jefe del gobierno”.
El fiscal recuerda que dijo a Weygand: <<Luche usted tanto como pueda, luego solicitaré el armisticio>>.
“Él fue el primero en reclamar el armisticio [continúa el fiscal]. Él fue el primero en oponerse a que el gobierno se marchara al norte de África. Él fue quien, el 16 de junio, asestó el golpe final a la resistencia, amenazando con dimitir. Los militares acababan de ganar la batalla, pero no combatiendo, sino en el terreno de la política”.
A continuación, el Sr. Mornet recordó la votación fatal del 10 de julio de 1940 [cuando Pétain recibió plenos poderes para gobernar Francia mientras se elaboraba una nueva constitución] “No hay que olvidar que el mariscal Pétain ha cometido un verdadero abuso de confianza. Su régimen sólo podía subsistir apoyándose en la fuerza. ¿Cuál? La de la dominación alemana. Francia nunca supo nada de lo que estaba sucediendo [ese día] en Vichy. Nunca supo nada de lo que sucedía en Montoire. Nunca supo nada de las negociaciones de Darlan. Solo pudo asistir, impotente, a acontecimientos que la hacían sonrojarse. Vichy siempre actuaba en secreto más absoluto: el asunto de Siria, el suministro a los ejércitos de Rommel, todas las maniobras contra los aliados, se llevaron a cabo en secreto”.
¿Suministro a Rommel? Primera vez que oigo nada de eso. Si precisamente el gran problema que tuvo el Eje en África fue la falta de suministros porque los destruían los aviones desde Malta o los submarinos británicos.
Buenas noches Dani.
Lo cierto es que si, a través de Túnez circuló algo de suministro para el Afrika Korps. Debido a la distancia no fue una fuente demasiado eficaz, pero lo hubo.
Un saludo.
Pues no lo sabía, y siempre pensé que era bastante lógico aprovechar la «neutralidad» francesa. Después de todo esa zona no era tan atrasada como Libia y seguramente se podría aprovechar bastante. A parte de lo que se pudiera traer en barcos neutrales. No armamento. Pero si vituallas y quizás hasta combustibles.