Estamos a 5 de junio de 1863. Los sables brillan, suenan cornetas y tambores, las bandas de música interpretan tonadas patrióticas y los oficiales ladran sus secas órdenes mientras los regimientos de caballería se lanzan a la carga… pero no se trata de un día de guerra, sino de un día de fiesta. Mientras el Ejército de Virginia del Norte, comandado por Robert E. Lee, ha iniciado sus desplazamientos hacia el valle de Shenandoah y hacia la batalla de Gettysburg, el flamante Cuerpo de caballería confederado de James Ewell Brown (JEB) Stuart está celebrando una impresionante revista pública. Oficiales del ejército y altos cargos civiles felicitan al flamígero general, el público de las localidades cercanas aplaude a sus defensores, sin embargo, a Stuart le falta alguien, le falta su comandante en jefe, que tal vez se encuentra demasiado ocupado dirigiendo una guerra como para asistir al espectáculo. Lee no vendrá hasta el día 8, cuando se celebre una nueva revista, esta vez sí, con el general en jefe presente. Sin embargo cabe preguntarse si Lee había acudido a Culpeper Court House para ver desfilar a sus jinetes, o para dar órdenes; Stuart debe partir hacia el norte al día siguiente, cruzando el río Rapahannock, para cubrir y ocultar el avance confederado hacia Pennsylvania.
Aquella noche las brigadas de caballería confederadas acamparon en torno a Brandy Station. Eran cinco, todas bajo el mando de generales de brigada salvo una, como veremos. Los 1700 hombres de William E. “Grumble” Jones plantaron sus tiendas cerca de St. James Church, al noreste; los 1900 de William H.F. “Rooney” Lee –segundo hijo del general– entre la granja de Fairley y el río Hazel, al norte; bastante más al oeste acamparon los virginianos de la Brigada de Fitzhugh Lee –este era el sobrino del general–, a la sazón comandada por el coronel Thomas T. Munford; mientras que los 1300 hombres de Beverly Robertson iban a pasar la noche en Auburn, al oeste de Brandy Station, y los casi 2600 de Wade Hampton lo harían al sur de dicha localidad, sobre la carretera que va a Stevensburg. Nos falta situar el campamento de la artillería montada de Stuart, dirigida por el comandante (major) Robert F. Beckham, pero lo haremos en breve.
UN ATAQUE EN PINZA
Aún no ha amanecido sobre Kelly´s Ford, uno de los vados que permiten cruzar el río Rappahannock, cuando dos extrañas naves, a medio camino entre un pontón y un bote, construidas con madera y lona, se adentran sobre el río llevando a bordo un total de treinta hombres de azul. Son los primeros en cruzar, con la misión de eliminar a los posibles vigilantes confederados y asegurar un perímetro que facilite el cruce del ala izquierda de la caballería federal. Tendrán que esperar horas para que eso suceda.
Más o menos a la misma hora, los cornetas están levantando a los jinetes del ala derecha, pero sacudiéndolos, y no haciendo sonar sus instrumentos, pues la operación exige la máxima discreción. Y ya puestos. ¿Cuál era el plan? Tras la derrota sufrida en Chancellorsville, el general unionista Joseph Hooker, comandante en jefe del Ejército del Potomac, tenía bastante claro que le tocaba a Lee actuar, y que iba a hacerlo, y por consiguiente decidió aprovechar el recién formado Cuerpo de caballería, bajo el mando del general de brigada Alfred Pleasonton, pues era el arma idónea para desbaratar los planes de Lee, más concretamente para tratar de dejar fuera de combate a la caballería confederada y efectuar un profundo raid tras las líneas enemigas.
Para cumplir la primera de estas misiones, Hooker y Pleasonton habían dividido el Cuerpo de caballería en las dos alas que hemos mencionado antes. La derecha, bajo el mando del general de brigada John Buford, estaba compuesta por los casi 2100 hombres de la 1.ª División de caballería del coronel Benjamin F. “Grimes” Davis, los 1800 de la Brigada de caballería de reserva del comandante Charles J. Whiting y por los 1500 infantes de la brigada del también general de brigada Adelbert Ames; y la izquierda, dirigida por el general de brigada David McM Gregg, contaba con los 1900 hombres de la 2.ª División del coronel Alfred N. Duffie, los casi 2200 de la 3.ª, comandada por el propio Gregg, y la Brigada de infantería del general de brigada David A. Russell, con unos 1500 hombres. Ambas alas tenían que cruzar el río, a primera hora del día nueve, por sendos vados, para reunirse en Brandy Station y desde allí dirigirse a Culpeper Court House, donde se habían celebrado las revistas y donde pensaban que estaban los campamentos confederados, y atacarla. Como vemos, el plan federal ya contenía un error: desconocer que la caballería confederada se había adelantado y se hallaba en el punto de reunión previsto, y en consecuencia en una posición central entre ambas alas. Otro error tiene que ver con los vados elegidos para cruzar, pues si bien tenía lógica distribuir la fuerza entre dos puntos distintos para acelerar el paso del río, los vados de Beverly y Kelly estaban a bastantes kilómetros de distancia y había otros dos vados entre ambos que hubieran permitido que la fuerza cruzara el Rappahannock mucho más concentrada. El resultado final de estas circunstancias fue que ambas alas tuvieron que luchar en solitario, sin poder darse apoyo una a otra.
Jeb Stuart, tenía unos ojos de loco que dan miedo. Y al final fue derrotado y muerto en acción.
Es sorprendente lo pequeñas que eran las unidades nordistas. Brigadas de infantería de a penas 1.500 hombres.