BELGRADO. Hoy Dayrell Crackanthorpe, Ministro Británico en la capital de Serbia, ha enviado un mensaje a su gobierno explicando que los serbios están esperando un ultimátum inaceptable, y están listos para rechazarlo. Las filtraciones parecen haber llegado a su destino.
También informa de cual es la actitud de Belgrado, ya que la conversación mantenida en el día de ayer por el propio Crackanthorpe con el Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores Slavko Gruic demuestra claramente que se está radicalizando. Si tiempo atrás el Secretario había comentado la “imposibilidad de adoptar medidas definitivas antes de conocer los resultados de la investigación que se estaba llevando a cabo en Sarajevo”; ahora que se ha publicado el informe de dicha investigación y se conocen los resultados de la misma, sin embargo, Gruic se desmarca indicando que el Gobierno Serbio estaría dispuesto a conceder “cualquier solicitud de investigación añadida que pueda ser necesarias en virtud de las circunstancias, siempre que sea compatible con los usos internacionales”. Desgraciadamente no existen usos internacionales para estas cuestiones, y tampoco parecen ser necesarias más investigaciones, con lo que la oferta es en realidad agua de borrajas; más aún si las últimas palabras del serbio son que su nación no se quedará sola pues Rusia no permitirá que sea atacada sin hacer nada.
Mientras tanto, el Conde Albert von Mensdorff, embajador austríaco en LONDRES, aporta más pruebas de esta radicalización al quejarse a Lord Grey de los excesos que está cometiendo la prensa de Belgrado, avisándole de que la doble monarquía no puede seguir tolerando semejante nivel de subversión. Grey, sin embargo, se niega a seguir ahondando en la cuestión con el austríaco.
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