Hace una semana cerrábamos una serie de entradas (ver links al final de este texto) sobre la gestión de los aviones de la Kido Butai, la fuerza aérea de la flota imperial japonesa, exponiendo el largo y farragoso proceso necesario para preparar los aparatos de combate antes de su despegue desde los portaaviones, y como bien comentaban Marco y Dani en el último capítulo de la misma, es interesante hacer una breve mención a las diferencias fundamentales con los portaaviones estadounidenses, sus enemigos y sus vencedores en la contienda en general y en la batalla de Midway en particular.
Para empezar, es importante precisar las misiones encomendadas a estos buques por la doctrina estadounidense. Al principio, cuando apenas eran considerados un arma ofensiva, su función fundamental era detectar a distancia la flota enemiga para poder guiar a los buques de guerra hasta ella, enviar a sus aviones a sobrevolar el combate para que ayudaran a ajustar el fuego de la artillería y, finalmente, denegar el espacio aéreo al enemigo para que no pudiera hacer otro tanto.