Mientras BERLIN vivía el sueño de una posible paz en el oeste han partido dos telegramas que testifican el evidente engaño en el que han caído los alemanes. El primero, del Kaiser, dirigido al Rey Jorge V, para aceptar la neutralidad francesa bajo garantía británica. El segundo, de von Jagow, que deberá ser entregado por el Embajador alemán, para agradecer a Grey sus iniciativas.