También conocida como primera batalla naval de Trincomalee, podemos decir que esta batalla había comenzado a fraguarse el día 9 cuando Suffren inició la caza de la escuadra de Hughes, que navegaba hacia dicho puerto. Los dos días siguientes fueron testigos de como ambas flotas maniobraban, con el británico tratando de alargar las distancias, pero incapaz de hacerlo debido a la lentitud de sus transportes, mientras el francés intentaba posicionarse de modo favorable para atacar. Finalmente, en la noche del 11 al 12, Suffren se arriesga, sigue navegando en la oscuridad y, al amanecer, consigue avistar a la flota inglesa justo donde la quiere, entre él, que se halla en alta mar, y la costa. Hughes tendrá que combatir si quiere llegar a puerto.
Pero antes de entrar en faena, hagamos recuento. Aquel día los franceses, comandados por el bailío de Suffren y por el capitán Tromelin, disponen de 12 navíos: Vengeur, Artésien, Petit Annibal, Sphinx, Héros, Orient, Brillant, Sévére, Ajax, Annibal, Flamand y Bizarre (mas cuatro unidades menores), con un total de 776 cañones; mientras que sus oponentes, comandados por el contralmirante Hughes y el comodoro King, disponen de 11: Exeter, Sultan, Eagle, Burford, Monmouth, Superb, Monarca, Magnanime, Isis, Hero y Worcester, sumando entre ellos 730 cañones. Como se puede ver, en esta ocasión la diferencia no es muy acusada, pero los franceses tienen el barlovento, y están mejor posicionados.