El embajador Austríaco en BELGRADO no se halla en su puesto en este momento y lo sustituye el temperamental encargado de negocios Wilhelm Ritter von Storck. Este se reúne con Slavko Gruic, Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores Serbio, para preguntarle que ha hecho hasta ese momento la policía serbia para desentrañar la conspiración que ha llevado al asesinato del heredero de la doble corona Austro-Húngara, y que a todas luces se ha originado en el país.
“Nada” Contesta Gruic.
Entonces Storck pierde los nervios