Traemos hoy otro de tantos proyectos extravagantes soviéticos, que quedó finalmente en prototipo sin llegar a fabricarse más que una unidad.
El KV-7 fue el prototipo único de un vehículo de artillería autopropulsada que fue probado y rediseañado en multitud de ocasiones. En su casamata albergaba tres cañones, lo que se esperaba que constituyera una amenaza seria para el enemigo.