EL DIA DE LA RESPUESTA, 17:50. La Entrega. (25/07/17:50)
BELGRADO. Nikola Pasic había esperado encargarle a otro la entrega, en la legación Austríaca, de la respuesta al ultimátum. Sin embargo los miembros del gobierno se han escaqueado con habilidad, y el que no ha salido camino de Nis está a punto de hacerlo, así que al Primer Ministro no le queda más remedio que hacerse cargo personalmente del “encarguito”.
Ante todo, es importante tener en cuenta la inexistencia entonces de las comunicaciones directas a las que estamos acostumbrados ahora. Esta mañana, cuando Pasic empieza a tomar decisiones, solo tiene la primera parte del telegrama de Spalajkovic, su embajador en San Petersburgo, en el que se le anuncia el apoyo ruso pero ninguna medida concreta. Así, no es de extrañar que su primera reacción, en parte diplomática y en parte muy sincera, sea enviar un telegrama a las misiones serbias en el extranjero informando de que Belgrado piensa dar una respuesta conciliatoria en todos los puntos, que dará a Viena total satisfacción. Parece un paso atrás con respecto a las afirmaciones del Ministro de Finanzas Pacu del día 23, pero también podría ser una maniobra diplomática.
En esta misma línea, e informado de ello por el Ministerio de Asuntos Exteriores Serbio, el embajador británico Crackanthorpe envía un telegrama a su gobierno indicando que los serbios están dispuestos incluso a aceptar los puntos 5 y 6 del ultimátum, siempre y cuando se haga según las costumbres internacionales. Sin embargo, cuando el telegrama parte son ya las 12:00, y la situación ha cambiado mucho.
Son las 05:00 de la mañana y su tren acaba de llegar a BELGRADO. Apenas espera antes de ir a visitar a Strandmann, el encargado de negocios ruso (tras la muerte de Hartwig), al que informa de que Serbia no piensa aceptar ni rechazar la nota austríaca, sino que va a tratar de obtener un aplazamiento. Mientras tanto, hará un llamamiento a las potencias (fundamentalmente Rusia) para que protejan a su país. “Si la guerra es inevitable –dice finalmente- lucharemos”.
BELGRADO. Hoy es el día acordado por el Consejo Ministerial Conjunto de Austria-Hungría para presentar el ultimátum, y las cosas deben hacerse como es debido. Para empezar, el Barón Giesl, embajador de la doble corona en la capital Serbia, debe asegurarse de que habrá alguien para recibirlo. Por eso llama al Ministerio de Asuntos Exteriores Serbio, para informar de que al final del día debe entregar al Primer Ministro Pasic una comunicación importante procedente de Viena.
BELGRADO. Ya hemos ido indicando como han averiguado los rusos la existencia del futuro ultimátum, y seguramente son ellos quienes se lo han comunicado a los serbios. A raíz de esta información, Pasic ha enviado una nota a todas sus legaciones en el extranjero en la que, entre otras cosas, afirma:
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