No hace mucho tiempo tenía la ocasión de enfrentarme de nuevo al mito de las Waffen SS, uno de los cuerpos militares más populares de la Segunda Guerra Mundial, pero también uno de los más desconocidos, o sobre el que más errores se han acumulado, empezando por su consideración de fuerza de élite. Pero ¿qué es una fuerza de élite? Definido de manera muy breve, podríamos resumirlo diciendo que es aquella que de forma habitual puede cumplir con su misión con la máxima rapidez y eficacia. En estas circunstancias ¿Podemos hablar así de las Waffen SS?
Sin duda, uno de los elementos a tener en cuenta es la grandísima diversidad de unidades que compusieron esta fuerza, desde las primeras que se crearon, como la Leibstanderte SS Adolf Hitler, a las más tardías, como las legiones de voluntarios balcánicos o rusos. La baja calidad de estas últimas “divisiones”, que en realidad nunca llegaron a serlo, está fuera de toda duda, por lo que nos centraremos en las diez primeras divisiones, las más famosas.