En primer lugar nos vamos a detener, muy brevemente, sobre el LSM (Landing Ship Médium, en castellano Buque de Desembarco Medio).
En realidad se trata del modelo 7 de LCT, que resultó ser tan grande que se convirtió en una clase por si mismo. Capaz de grandes travesías, tenía hasta 62 metros de eslora y más de diez de manga. Era también un buque rápido, con mas de 13 nudos de velocidad máxima, y mejor armado que sus predecesores con sus seis cañones de 20mm. Pero seguramente lo que mejor apreciaron sus 4 oficiales y 48 tripulantes fueron las comodidades con que fue dotado.
Sirvieron todos en el seno de la marina estadounidense.
La lancha básica de transporte de personal de los británicos fue la LCA (Landing Craft Assault, en castellano Lancha de Desembarco de Asalto).
Empezó su desarrollo en 1938, justo después de la crisis de Munich, cuando la situación en Europa empieza a apuntar directamente hacia una guerra que exigirá a la marina el traslado de tropas a diferentes escenarios continentales. En las especificaciones que se requirieron debía ser capaz de transportar 32 infantes y 5 ingenieros, todo ello con un calado inferior a 50cm.
El modelo que aceptará el almirantazgo será el fabricado por Thornycroft, aunque mejorado por el propio almirantazgo. Una nave baja y silenciosa que sin embargo aguantará muy mal la mar picada, naufragando unas cuantas por este motivo el día D.
La nave, fabricada en madera, ofrece poca protección a sus pasajeros, tan sólo unas láminas de chapa colocadas en los costados, puertas blindadas en popa y un techado sobre las cabezas de los pasajeros, que se sientan a ambos lados. El puesto de pilotaje se hallaba a proa y a estribor.
Esta lancha participará en todos los desembarcos de la guerra, empezando por Narvik en 1940. También, curiosamente, participarán a reembarques, como el de Dunquerke.
La LCA servirá de base a algunas modificaciones curiosas, como una panadería, una lancha limpiadora de obstáculos o una lancha lanzallamas.
Recuperamos un viejo proyecto cuya difusión no deja de tener interés en este artículo en varios tramos sobre este tipo de naves, cuya importancia fue inmensa. Hoy haremos una presentación general, y a lo largo de las próximas jornadas iremos desgranando los diversos tipos de naves que fueron empleadas por los ejércitos aliados el 6 de junio de 1944.
Esperamos que lo disfrutéis.
El equipo de Gehm.
El control del mar en la guerra ha tenido, principalmente, dos grandes finalidades en la historia del conflicto bélico: el asalto anfibio y el bloqueo. Los grandes combates navales han sido tan sólo un medio para obtener el control de una zona marítima y asegurar el cumplimiento de estas misiones sin la interferencia de la flota contraria; o impedir que la flota contraria pueda llevar a cabo este tipo de misiones.
Dentro de este tipo de misiones, la que tuvo lugar el día D fue, obviamente, un desembarco anfibio.
A lo largo de la historia los desembarcos anfibios fueron operaciones complejas: había que localizar un punto de desembarco, llegar hasta el, llevar las tropas a tierra y establecer una base estable en dicho punto o en otro cercano mejor equipado conquistado posteriormente.
A partir del momento en que decidió cancelar la ofensiva de Kursk, en parte debido al desembarco de los aliados angloamericanos en Sicilia, Hitler empezó a mirar hacia el oeste. Consciente de que Italia solo podía ser, estratégicamente, un frente secundario, el dictador alemán decidió empezar a prepararse para el desembarco aliado en Francia; con la idea de que si los derrotaba dispondría de mucho más tiempo y medios para lidiar con el ejército rojo.
El proceso de concentración de fuerza necesario para repeler a los aliados occidentales empezó durante la segunda mitad de 1943, y hasta el 6 de junio de 1944, los alemanes consiguieron tener listas para la batalla, aunque concentradas en diversos lugares geográficos, un total de doce divisiones panzer. No todas eran de buena calidad. Algunas, de hecho, eran llamativamente inferiores a lo que se piensa. Este es el modo en que las clasificó el General Geyr von Schweppemburg, jefe del Panzergruppe West.
Hace pocos días surgió en otro hilo la cuestión de los asesinatos de prisioneros en Normandía y, siendo lamentables estos incidentes, y sin ningún morbo ni fascinación por ellos, consideramos que puede ser interesante hablar de ellos, pues esta es la verdadera naturaleza de la guerra, siempre que se haga con ecuanimidad. De ahí la entrada de hoy.
La 3ª DI Canadiense, desembarcando en Normandía.
Las acusaciones de crímenes de guerra acontecidos durante la segunda guerra mundial son innumerables, y aunque fueron los alemanes quienes más crímenes probados cometieron, especialmente en el frente del este, la crueldad estuvo a la orden del día en todos los frentes, y en todos los bandos, aunque no siempre con la misma intensidad.
La entrada de hoy narrará el bautismo de fuego que tuvo esta curtida unidad alemana en los campos de batalla de Normandía.
Formado en Neuruppin en Abril de 1942, a pesar de ser denominado “pesado” el “abteilung” fue equipado con Panzer III N. Al final del año, ya debidamente dotado, parte para la zona sur del frente del este, donde se distinguirá en el sector de Kursk. Pasarán diecisiete meses de batallas casi continuas antes de que la unidad, con un palmarés impresionante y convertida en uno de los “abteilung” más
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