III.- Dos Años de Encuentros y Desencuentros.
El 6 de diciembre de 1941 el Reino Unido había declarado la guerra a Finlandia; al día siguiente Japón atacó Pearl Harbor y el 11 Alemania declaró la guerra a los Estados Unidos; la guerra pasaba a ser mundial. En ese momento el pequeño país nórdico se encontró en una situación extraordinariamente delicada: había agredido a la Unión Soviética, el Reino Unido le había declarado la guerra injustamente, y no se hallaba en guerra con los Estados Unidos, pero había sido severamente advertido en lo que a cortar el ferrocarril que enlazaba Murmansk con el resto de la Unión Soviética se refiere. Por otro lado, sus “hermanos de armas”, la cobeligerante Alemania, se volvía cada vez más exigente, en paralelo con una cada vez mayor dependencia finlandesa.
Con respecto a esta última cuestión, debe tenerse en cuenta que la economía finlandesa no era entonces demasiado fuerte, y había dos bienes que, con el mundo entero –ella incluida- en guerra a su alrededor, le hacían falta en gran medida: trigo y material ferroviario. Ya en octubre de 1941 habían pedido a Alemania que suministrara 175.000 toneladas de grano, y entre 100 y 150 locomotoras y de 4.000 a 8.000 vagones de ferrocarril. El 21 de noviembre Keitel prometió enviar 55 locomotoras y 900 vagones inmediatamente, y en lo que al grano se refiere, el 19 de diciembre Alemania aceptó suministrar 75.000 toneladas antes de febrero de 1942, y 260.000 antes de la siguiente cosecha.