Son las 15:00 y Sazonov acaba de reunirse con el Zar en el palacio de PETERHOF. También está allí, por expreso deseo del Zar, el General Tatischev, Agregado Militar Ruso junto a Guillermo II. El “speech” del Ministro de Asuntos Exteriores dura quince minutos; centrándose en lo difícil que será pasar a una movilización general si no se hace ya e indicando que los alemanes han rechazado todos los intentos de conciliación. Su conclusión es que no hay esperanza para la paz, de modo que solo queda hacer todo lo posible por ganar la guerra.
El Zar, que a lo largo de la mañana ha recibido un telegrama del Kaiser reiterando el aviso comunicado el día anterior por el Embajador alemán Pourtales, ha llegado a la misma conclusión, y al final, concede. “Tiene razón –dice-, no podemos hacer otra cosa que prepararnos para un ataque. Transmita al JEM mis órdenes de movilización”.