No hace mucho uno de los habituales del blog nos hizo una consulta sobre los <<juegos de guerra>> y como se hacían, y dado que el asunto es muy interesante, trataremos de irlo exponiendo en esta y otras entradas. Dicho esto, no queremos desaprovechar la oportunidad de animaros a que nos hagais cuantas consultas os parezcan interesantes, pues siempre será un placer contestarlas.
Y dicho esto, vamos al lío.
Parece que el primer inventor del <<juego de guerra>> como instrumento para la preparación de la batalla pudo haber sido un viejo conocido de los aficionados a la historia militar: Sun Tzu, quien habría simulada batallas utilizando piedras pintadas sobre un tablero parecido al del Go, con el objetivo de rodear al contrario. En esa misma época aparece en la India un precursor del ajedrez, el Chaturanga, donde se enfrentaban cuatro bandos equipados con cuatro infantes, un rey, un jinete, un elefante, y un carro, que se desplazaban en virtud de las tiradas de un dado. La eliminación del azar y la reducción de los jugadores a dos lo convertiría en el juego de reyes de los persas, antes de convertirse, con el tiempo, en el ajedrez que conocemos hoy.
El paso siguiente fue la aparición de figuras para representar las unidades, y de diversos tipos de <<terrenos>> de juego que simularan la orografía real de una batalla. Las más antiguas podrían ser mesopotámicas, del año 1.000 a.C. Sin embargo tenemos que esperar hasta el S. XVII para empezar a hablar de un uso habitual de dichas figuras, pues en esta época son utilizadas por casi todas las cortes europeas para facilitar la educación militar de los jóvenes príncipes (sin duda era mucho menos oneroso que provocar una guerra, y relativamente