El pasado miércoles 3 de septiembre de 2013 estuvo en Málaga la flotilla de acción rápida de la OTAN en el Mediterráneo (Agrupación Permanente de Escoltas de la OTAN en el Mediterráneo, SNMG-2 [Standing NATO Maritime Group 2]), liderada por la Fragata española F-103 Blas de Lezo, tercera de la clase Álvaro de Bazán, que tuvimos la oportunidad de visitar.
La unidad española estaba acompañada por la Fragata alemana F-219 Sachsen y la Fragata turca (clase Meko) Salihreis. Comenzamos en reportaje fotográfico por la proa.
Os traemos hoy un par de videos del hundimiento del SMS Szent István. El 10 de junio de 1918 a las 6 de la mañana se iba hasta el fondo del Adriático como consecuencia del ataque con torpedos realizado por una lancha de la Regia Marina Italiana.
Pese a lo aparatoso del hundimiento, solo hubo lamentar la muerte de 89 marineros, debido a que los marineros austrohúngaros debían aprender a nadar antes de entrar en servicio en la armada, y a que el acorazado tardó unas cuantas horas en hundirse. Se trata de uno de los tres acorazados de los que se han filmado sus últimos momentos, junto con el USS Arizona y el HMS Barham.
Por supuesto, no todos los inconvenientes estaban vivos.
Imagínese el lector una planicie arenosa bombardeada sistemáticamente tanto desde el aire como desde tierra, surcada, entre bombardeos, por miles de pies y cientos de vehículos, sobre elevada y llana y en consecuencia a merced de todos los vientos de la región. Aquello era Tobruk. Durante aquel verano de 1941, el machacamiento sistemático del terreno hizo que la violencia y la frecuencia de las tormentas de arena se incrementaran, y que una densa capa de polvo en suspensión espesara el aire, con consecuencias tanto para la salud de los hombres como para el desarrollo de los combates.
Desde el punto de vista físico, el polvo y el viento provocaron constantes irritaciones de las mucosas y de los ojos de los hombres, perjudicaron su capacidad respiratoria, e incluso, en ocasiones, hicieron que la piel se cubriera de sarpullidos. Esto se debió a que en ocasiones el viento podía llegar a ser tan fuerte como el Khamsin, las terribles tormentas de arena del interior del Sáhara, hasta el punto de llegar a borrar, literalmente, la pintura de camuflaje de los vehículos.
Las ratas, por supuesto, no eran el único problema, en lo que a alimañas se refiere.
Otro problema eran las pulgas. Las había por todas partes y eran capaces de resistir todos los modos tradicionales de acabar con ellas, como los insecticidas o el queroseno. Bunny Cowles contó todas las que mató en dos días: fueron 23, las aplastó con las uñas de sus dedos. Pero uno no podía pasarse el tiempo matando pulgas, en algún momento tenía que descansar y entonces, estas se cebaban: “las pulgas eran tan agresivas que cuando uno se levantaba por la mañana, tenía el pijama recubierto de puntitos de sangre”, sigue diciendo Bunny Cowles.
Otro de los que tuvo ocasión de <<disfrutar>> de ellas fue John Devine, quien recuerda que: “lo intentamos todo –airear la ropa de cama, rociarla con queroseno, cubrirlo todo, incluidos nosotros mismos, con insecticida, encender hogueras en el suelo- pero nada parecía aliviar el problema”.
El asedio de Tobruk fue uno de los más largos y es uno de los más conocidos de la guerra. Entre abril y noviembre de 1941, los alemanes tuvieron cercado el perímetro defensivo del puerto, sin poder tomarlo. Por parte británica, el perímetro de Tobruk, asentado sobre la vía de comunicaciones y de suministro de Rommel, sirvió como puesto avanzado de la defensa de Egipto, tan eficazmente que, finalmente, el Áfrika Korps tuvo que detenerse y esperar al ataque británico que habría de devolverlo a la Tripolitania.
Uno de los aspectos llamativos de este asedio fue la forma en que los defensores se organizaron para pasar sus horas de descanso, tan absolutamente necesarias cuando terminaban la jornada de lucha.
Así, Leonard Tutt, del Essex Yeomanry, nos cuenta como era la trinchera en que dormía:
Rezaba el titular del Sidney Morning Herald, una noticia de la que también se hacían eco otros periódicos. <<Londres, 19 de abril – El Comandante del 8º Ejército General Sir Bernard Montgomery gana una Fortaleza Volante en una apuesta sobre cuando caerá Sfax.>>
Con los muros derruidos por la artillería y expuestos a los ataques turcos, a los españoles no les quedan muchas alternativas. Se decide hacer otra encamisada en el campamento turco.
Ciudadela de Castelnuovo
Esta vez 600 españoles salen de los escombros de Castelnuovo y se adentran en el campamento turco, donde cunde el pánico, provocando una estampida de tal magnitud en las filas otomanas que derribaron entre otras muchas tiendas, la almiranta de Barbarroja. La guardia personal del Almirante, temiendo el desastre, lo trasladaron contra su voluntad y junto con los estandartes a la seguridad de los barcos de la flota situada en el fiordo.
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