Del sur de Europa pasamos al norte. En los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial, se produjo una contienda en la que tanto el Eje como la URSS se midieron fuerzas de cara a lo que pudiera pasar al futuro.
Ya vimos en entregas anteriores que los blindados soviéticos y caballos mongoles hicieron retroceder a los japoneses. Ahora, el ejército rojo los desplegó en la nieve, la Guerra del Invierno (1939-1940). Europa estaba en plena paz armada y Finlandia distaba de Petrogrado (San Petersburgo) por unos escasos cuarenta kilómetros. Stalin conociendo la situación quiso forzar la paz por miedo a Alemania y exigió veinte kilómetros. Ante la negativa finesa, la URSS usó como excusa el bombardeo de Mainila, conocido como incidente de Mainila.