La única aeronave diseñada específicamente para las misiones suicidas que llegó a estar plenamente operativa en la Segunda Guerra Mundial fue la Yokosuka MXY7 Ohka [Flor de Cerezo]de la Marina Imperial japonesa, que los Aliados llamaron la bomba baka [idiota]. El aparato, un misil pilotado, fue conocido también en Japón como el Jinrai [rayo divino].
El origen de la Ohka se le atribuye a un oficial subalterno, Ens Mitsuo Ohta, un piloto de transporte de. 405.º Grupo Aéreo de la fuerza aérea de la Marina. Como en el caso de otras armas suicidas, el alto mando opuso en un primer momento una resistencia simbólica. Pero cuando los diseños preliminares de Ohta y el Instituto de Investigación Aeronáutica de la Universidad de Tokyo fueron entregados en el Dai-Ichi Kaigun Koku Gijitsusho (Primer Arsenal Aerotécnico Naval) en Yokosuka, se tomó rápidamente la decisión de continuar delante con el desarrollo del arma. Debe destacarse que la aprobación del proyecto y la recluta de personal comenzaron en agosto de 1944, unos dos meses antes de la formación de las primeras escuadrillas kamikaze «oficiales» por parte del almirante Onishi.