Hacía pocos minutos que había empezado el fatídico diez de mayo cuando grupos silenciosos de hombres, aprovechando la espesa niebla artificial que cubría los valles del río Sûre, empezaron a cruzar la frontera que separa Alemania de Luxemburgo, con destino a cinco lugares bien concretos: Vianden y Fouhren, en el sector de la 2ª División Panzer; Moestroff y Reisdorf, en el sector de la 1ª; y Echternach, en el itinerario de la 10ª. No todos cruzaron a la misma hora, pero todos iban a llegar a sus destinos entre las 03:30 y las 04:00 de la mañana. Es decir, entre una hora y media hora antes de que empezara oficialmente la invasión alemana.
Los primeros en llegar a su objetivo fueron los hombres enviados a Vianden. Eran aproximadamente las 03:30 cuando tres hombres vestidos con ropas civiles se personaron cerca del puesto de vigilancia y arrojaron varias granadas en su interior, hiriendo a uno de los gendarmes que estaba de servicio aquella noche. Nada más estallar los explosivos, los tres hombres corrieron hacia el puesto de la gendarmería, metiéndose dentro y encañonando a los demás vigilantes antes de exigirles que les dieran las armas de que dispusieran.
En este boceto se pueden ver las rutas de avance de las divisiones panzer alemanas y los lugares donde tuvieron lugar los incidentes citados en el texto.