Una vez vistas las implicaciones de este fenómeno para el Estado Mayor japonés volvemos al teatro de operaciones en Filipinas.
Al día siguiente de la visita de Onishi, 24 pilotos voluntarios de Mabalacat habían creado cuatro unidades de «ataque especial» equipadas con Mitsubishi A6M5 Zero armados con una bomba de 250 kilos (o también con dos bombas más pequeñas) que se colocaban en la sujeción del depósito de combustible extra.