La ametralladora ligera Lewis ha sido a lo largo del siglo XX una de las armas más utilizadas en los conflictos militares.
Diseñada a comienzos de la década de 1910 por el Ejército Británico entró finalmente en acción durante la Gran Guerra, sobre todo a partir de 1916. La Lewis al igual que la DP M1928 soviética utiliza cargadores de tambor que se colocan justamente encima de la máquina en la zona del cajón de mecanismos. A parte de esto, otra de sus características es la gruesa cubierta de aluminio que envuelve el cañón y que funciona como disipador de calor.