A lo largo de las muchas narraciones que se hacen habitualmente de la segunda guerra mundial no es difícil encontrar anécdotas en los que inteligentes soldados alemanes consiguen engañar con facilidad a sus contrapartes del Ejército Rojo. Sin embargo, en esta ocasión hemos querido traer la historia del Capitán de Guardias N.N. Bogdanov, Jefe de Estado Mayor del 1er Batallón de la 46ª Brigada de Tanques de la Guardia.
Nos encontramos en los Montes Börzsöny, al norte de la gran curva del Danubio más allá de Budapest, para los soviéticos, para los alemanes estaba antes; y es la noche del 12 al 13 de diciembre de 1944. Hace mucho frío, hiela, de hecho, el viento ruge furioso, y el capitán ha decidido aprovechar la situación efectuar un reconocimiento en las zonas de Berneceberati y Kemence, con el fin de descubrir cómo están desplegadas las defensas germano-húngaras al sur de Ipolysag (hoy Sahi).