En la primera entrada que dedicamos al portaaviones de escolta comentamos dos de las ideas básicas: emplear un buque de tendido de hidroaviones, el HMS Hermes, equipado con tres Fairey Fulmar que, desgraciadamente, tenían que amerizar tras cumplir su misión y, en consecuencia, eran de un solo uso; y desarrollar un burdo portaaviones colocando una pista sobre el puente de un mercante, por supuesto sin refinamientos como ascensores, bodegas o torres de control.
En esta línea, y mientras se desarrollaban y construían los primeros portaaviones de escolta diseñados y botados como tales, nacieron los Fighter Catapult Ships (“buques con cazas sobre catapulta”) y los CAM-Ships. Las siglas corresponden a Catapult Armed Merchantman, lo que ya nos da una idea de en qué consistía la idea. Este concepto, que empezó a desarrollarse en la primavera de 1941, era similar al del HMS Hermes, ya que se trataba de emplear un avión de un solo uso que despegaría gracias a una catapulta, pero a diferencia de lo que sucedía con el barco que hemos indicado, en este caso el buque era un navío de escolta o un mercante, con lo cual cumplían una segunda misión dentro del convoy.