«Fue como un fogonazo de magnesio y, de repente, puertas y cristales saltaron hechos añicos. Entonces vimos la enorme bola de fuego en que se había convertido la ciudad de madera, paja y papel». Diario del P. Agrupe S.J.
Corría el año 1945 y nuestro protagonista llevaba viviendo en Japón desde 1938. Atrás quedaron sus clases de medicina en la Universidad de San Carlos de Madrid con su amigo y compañero Severo Ochoa, al que quitó el premio extraordinario de la promoción, y su maestro Juan Negrín, que le recordará como su alumno más brillante.