Ediciones Salamina publica las Memorias de Adrien Bourgogne. El sargento vélite de granaderos de la Guardia Imperial fue un veterano de las campañas de Napoleón curtido en las batallas de Jena, Pultusk, Eylau, Eilsberg, Friedland, Essling, Wagram, Somosierra, Benavente, Smolensko, Borodinó, Krasnoi, el Berézina, Lutzen y Bautzen.
Pero nada de lo que hubiese experimentado antes podría compararse a los horrores de la catastrófica retirada de Moscú en 1812. Sus memorias sobre dicho evento son de un realismo sin parangón: un desgarrador relato del inmenso calvario que supuso para las tropas de la Grande Armée el gélido invierno ruso, agravado por el hambre, los bandidos, los cosacos y las demás tropas rusas. La que tiene el lector en sus manos es una historia que va mucho más allá de unas memorias militares convencionales, hasta el punto de desafiar los límites de lo imaginable, con la descripción de escalofriantes escenas de muerte en una columna infinita sumida en el caos, del infierno de las poblaciones en llamas, del acoso de los cosacos y el enemigo ruso, y del instinto humano de supervivencia llevado al límite.