Una de las afirmaciones más comunes sobre la batalla de Kursk es que la STAVKA (el alto mando soviético) estaba perfectamente al corriente de cuáles eran las intenciones de los alemanes en Kursk, cosa totalmente cierta. ¿Cómo fue eso?
En primer lugar, hay que tenerlo en cuenta, porque la conformación del frente en el este invitaba claramente a elegir Kursk como objetivo de un ataque en pinza, que era la maniobra favorita de los alemanes. De hecho, lo llamativo, en este sentido, es que los alemanes no estuvieran preparados para la ofensiva sobre Orel (“Operación Kutusov”) lanzada por los soviéticos el 12 de julio contra el saliente que ellos mismo tenían al norte de Kursk, y que era igualmente goloso.
El Cazacarros Elephant fue una de las armas secretas alemanas en Kursk.