Ya hemos contado que eran las 17:30 cuando el Chaberton recibió el primer impacto directo. A consecuencia de este suceso el Capitán Bevilacqua, comandante del fuerte, comprendió que estaban condenados. Su fuerte era como un crucero de batalla varado, a la espera de que el enemigo viniera a acabar con él. En consecuencia decidió poner a cubierto todo el material delicado, principalmente la central de dirección de tiro y los equipos de radio, para evitar que fueran destruidos.
A partir de ese momento los franceses aprovecharon los parámetros de tiro que habían adquirido para seguir logrando impactos sobre el fuerte. Entre las 17:30 y las 18:00 la 3ª torreta recibió un impacto que la inutilizó, y en consecuencia fue abandonada por sus ocupantes. Fue una suerte para ellos porque poco después de las 18:00 un nuevo blanco provocó una explosión espectacular, que lanzó la cúpula hacia el aire y destrozó por completo la torre.
La gran explosión de la torre 3