Año de nuestro Señor de 1592. España controla todavía la mayoría de sus posesiones en los Países Bajos. Solo Holanda y Zelanda se mantienen rebeldes e independientes. Sin embargo, la Nación Católica está desfondada. Escasea el dinero del Rey y en muchos meses no se pagan las soldadas.
Abundan los motines y los soldados de las naciones abandonan sus puestos, disciplina y obediencia y se establecen por su cuenta, asolando los campos y aldeas para sobrevivir. Los españoles y los italianos, por ser las mejores naciones aguantan más el chaparrón, pero acaban también reclamando lo suyo. Y para colmo, a finales de año, murió el gran Alejandro Farnesio, Duque de Parma.