Cuando el 21 de julio de 1944, día siguiente al intento de asesinato de Hitler, Heinz Guderian fue nombrado Jefe de Estado Mayor del OKH, empezó para él una época dura y llena de discusiones con Hitler, que duraría hasta su cese <<por motivos de salud>> el 28 de marzo de 1945.
Desde el segundo semestre de 1943 Hitler se había ido preocupando cada vez más por el frente occidental, donde cada vez era más cercano un posible desembarco anglo-estadounidense. Durante los primeros meses de 1944 esta situación se tradujo en una absoluta primacía de este frente en todo lo que a recursos militares se refería, en detrimento del frente soviético, donde la Wehrmacht aún podía disponer de mucho espacio estratégico.
La ofensiva soviética <<Bagration>> provocó que este espacio empezara a menguar a toda prisa, y causó una honda inquietud en los altos mandos alemanes, incluido el propio Hitler, quien, el 19 de julio de 1944, ordenó que volvieran a ponerse en condiciones las fortificaciones de la frontera este. Este cambio de mentalidad de Hitler coincidió con el plan de fortificación presentado poco después por Guderian para la creación de un muro del este, que Hitler aprobó el 27 de julio.