Así lo refiere don Sancho de Londoño, maestre de campo del Tercio de Lombardía, en su crónica de la campaña del duque de Alba de 1568 en Flandes, tratada en profundidad en mi último libro Los tercios en combate.
Ocurrió en la acción del río Gette, mal conocida y mal llamada «Batalla de Jodoigne», pues ni fue una batalla ni ocurrió en Jodoigne. En el seguimiento controlado que hacía el duque de Alba con su ejército de las tropas de Guillermo de Orange, que se habían internado en los Países Bajos y vagaban sin oficio ni beneficio por las campiñas de Flandes, encontró el general español la oportunidad de atacar al contingente rebelde aprovechando que cruzaba un riachuelo. El vado de la ribera estaba defendido por posiciones fortificadas de arcabuceros. Un escuadrón de caballería de reitres rebelde defendía la retaguardia del paso cuando llegó la caballería real a escaramuzar. Detrás venían las avanzadillas de arcabuceros.