Y todavía no se habían acabado los problemas. Para el apoyo a la navegación se planeó la colocación de dispositivos y radiofaros en los aeródromos, en la ruta de combate y en la zona de lanzamiento.
Sin embargo, nunca se hizo. Por ejemplo, el localizador SCR, Pchela (Abeja), llegó a su destino en tren (el pueblo de Kapustinstsy) cuando el lanzamiento había terminado. Esto provocó que la mayoría de las tripulaciones no pudieran divisar las indicaciones en la zona de lanzamiento. En cuanto a la señalización de las zonas de salto, debía hacerse por una fuerza adelantada al estilo Pathfinder que debía saltar en los lugares designados. Pero no se hizo. Además, los alemanes, al descubrir a los paracaidistas comenzaron a disparar numerosas bengalas desde todas direcciones para iluminarlos en el aire, lo que confundió totalmente a las tripulaciones y a los miembros de la fuerza de asalto.