Durante estos días de crisis el Reino Unido se está convirtiendo en un factor cada vez más determinante. Si LONDRES se une a la entente podría desanimar a Alemania de entrar en guerra, si no lo hace, esta podría sentirse mucho más confiada.
¿Lo harán? Todo está en la balanza. Si nos fijamos, por ejemplo, en la prensa, el Times sigue abogando a favor de la intervención, mientras que el Daily News expresa su disgusto ante la idea de que se sacrifiquen vidas británicas para favorecer la hegemonía rusa en el mundo eslavo.
Tampoco a nivel político están claras las cosas. Esta mañana Winston Churchill, Primer Lord del Mar, ha conseguido que se acuerde, como medida precautoria, la movilización de la flota. Esta tarde, aunque solo sea mediante un gruñido, ha conseguido permiso de Lord Asquith para estacionarla en sus fondeaderos de guerra. El futuro viejo león exulta.