Las Potencias Centrales desaprovecharon la oportunidad de ser los pioneros en la producción de blindados tras rehusar la propuesta de Austro-Daimler para crear un vehículo blindado. Con la Paz Armada y la llegada del conflicto, la potencia industrial germana centralizó sus esfuerzos en la producción de material de guerra y la innovación. Quizá el mayor ejemplo de innovación fue el desarrollo de los submarinos o los gases. Pero en lo que se refiere a blindados, los aliados tomaron la delantera y los alemanes tuvieron que capturar blindados enemigos hasta que produjeron sus propios vehículos.
El primer blindado alemán y que gozó de más protagonismo llegó al frente en 1918. Una enorme caja de acero que pretendía romper las líneas enemigas y necesitaba una tripulación de veinte soldados. El Sturmpanzerwagen A7V estaba armado con seis ametralladoras Maschinegewehr 08 de 7.92 mm y un cañón de 57 mm en el frente. La variante Hembra tenía dos ametralladoras más en lugar del cañón. En lo que se refiere al blindaje, la parte frontal tenía 30 mm y los laterales 20 mm.