26 DE MAYO, EL ÃLTIMO DÃA.
âCada hora que [la fuerza defensora] continúa existiendo es de gran ayuda para la British Expeditionnary Force. En consecuencia, el gobierno ha decidido que debe continuar luchando. Reciba nuestra mayor admiración por su espléndida defensaâ.
Las fuentes no aseguran si este inspirado mensaje llegó hasta el puesto de mando del Brigadier Nicholson o no, pero en todo caso, si su intención era inspirar a los defensores, era completamente inútil, pues como muy bien recalca H. Sebag-Montefiore, pretender reunir a los combatientes que quedaban en las ruinas de Calais para leerles el mensaje era una entelequia.
Como el dÃa anterior, la jornada se inició con una nueva solicitud de rendición alemana, que nuevamente recibió una escueta respuesta: âNoâ; y consecuentemente, entre las 08:30 y las 09:00, los germanos volvieron a bombardear la ciudad, y esta vez no solo con artillerÃa sino que también participó la fuerza aérea, a pesar del riesgo que suponÃa ây por el cual no habÃa sido empleada antes- de dañar a sus propios hombres.