Seguimos hoy con el testimonio de Brian Fahey, artillero de la 208.ª Batería del 52.º Regimiento contracarro de la Artillería Real, que había sido herido y capturado por los alemanes y llevado a un granero cerca de Wormhout, de donde fue sacado, junto con una tanda de cinco hombres para recibir un tiro por la espalda y dado por muerto. La forma en que escapó merece sin duda la pena.
“Cuando recuperé el sentido, todo estaba en calma en el granero, y podía notar un burbujeo en el pulmón que me decía que no estaba muerto. El dolor de mi pierna, en la que había sido herido anteriormente, me dolía mucho más. Empecé a buscar mis gafas. En aquel momento me hallaba a unos 18 metros del granero, mi chaqueta y mi camisa estaban empapadas de sangre y solo me veía capaz de mover mi hombro izquierdo y mi tobillo derecho. Me arrastré de nuevo hasta el granero, donde había más hombres, la mayoría muertos y, otros, moribundos. Me dijeron que después de que los alemanes se marcharan algunos habían ido en busca de ayuda, pero no había vuelto nadie.