El manual especificaba dos acciones ofensivas. La primera consistía en un ataque de precisión con MLRS, helicópteros de ataque, ataques en profundidad de unidades de élite, transportadas por helicópteros de asalto, con el fin de golpear la línea de frente del enemigo, centrándose en los centros de mando, control y comunicaciones, la infraestructura de transporte y los depósitos logísticos.
Estos ataques deberían crear brechas en las formaciones enemigas, que posteriormente servirían de base para el desarrollo de un gran contraataque acorazado. La segunda acción propuesta era la rápida detección de huecos en el despliegue enemigo, seguida de un poderoso ataque acorazado, apoyado por unidades aéreas tácticas y helicópteros de ataque.