Las fuerzas de las IDF aprovecharon esos días para desarrollar medios tácticos contra el uso egipcio de armas combinadas.
Las unidades acorazadas empezaron a integrar vehículos acorazados de infantería M-113 con ametralladoras, que operaban en los flancos de los batallones acorazados atacantes, hicieron un amplio uso de cortinas de humo y mejoraron la colaboración entre las fuerzas acorazadas y la artillería. Pero lo más evidente es que la falta de una adecuada operación de armas combinadas fuer una de las principales causas del fracaso del gran ataque egipcio lanzado el 14 de octubre.