En la histórica mañana del 6 de Agosto de 1945 un grupo de bombarderos norteamericanos B-29 se acercó volando desde el sur en dirección a la ciudad japonesa de Hiroshima y a las 8:15 el avión bautizado como Enola Gay dejó caer sobre el centro de la ciudad una bomba nunca antes probada, cuyo poder exacto era desconocido.
Esta bomba fue llamada Little Boy, y en tan solo unos segundos liberó una explosión con una potencia de casi 15 kilotones que dejó una ciudad entera reducida a cenizas y casi 70.000 personas muertas al instante. Hacía así su aparición en escena por primera vez en la historia la bomba atómica, un arma capaz de cambiar para siempre la naturaleza de la guerra y poner en serio peligro la propia existencia de la humanidad.