Armamento

Las armas provenientes de la Unión Soviética fueron las comunes en las filas republicanas.

Una de las ametralladoras, ligeras en este caso, más comunes en los pelotones del Ejército Popular Republicano fueron las míticas DP M1928. Esta ametralladora ligera, considerado por algunas fuentes como fusil ametrallador, tuvo una gran actividad en el conflicto español. La DP M1928 era un arma reglamentaria en el Ejército Rojo, y una de sus características más icónicas eran sus cargadores de tambor conocidos como ‘sartenes’.

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Desde que comenzamos esta nueva serie ya se ha podido comprobar que la II República adquirió una buena cantidad de material alemán. Entre estas ametralladoras estaban las MG08 y MG08/15.

Otra de las ametralladoras de este origen que estuvo en las filas republicanas y que participó en la guerra fue la Bergmann MG15, la cual fue diseñada durante la Primera Guerra Mundial, en 1916. La Bergmann MG15 fue de las primeras ametralladoras alemanas que utilizaban refrigeración por aire en vez de por agua y su diseño buscaba la portabilidad.

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La ametralladora Vickers M1912 era otra de esas venerables máquinas que provenían de la Gran Guerra junto a la Hotchkiss M1914 y a la MG08 y 08/15 alemana.

Durante la Guerra Civil Española los republicanos en su afán casi febril de conseguir armas lograron hacerse con un lote de estas ametralladoras de origen británico. No se sabe con certeza cuantas llegaron a los puertos españoles, pero según los estudiosos del tema a Alicante llegaron 100 afustes antiaéreos en diciembre de 1936.

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Como hemos podido comprobar, las venerables ametralladoras de la Primera Guerra Mundial fueron parte fundamental del esfuerzo de guerra republicano.

Sus unidades estaban equipadas con una gran diversidad de este tipo de armas. En octubre de 1936, antes incluso de la batalla de Madrid, la II República recibió un tímido envío de casi un centenar de ametralladoras Schawarzlose M. 7 de origen austriaco. La ametralladora Schawarzlose M. 7 había servido en las filas austrohúngaras durante la Gran Guerra consiguiendo una buena fama entre la tropa.

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Durante la Primera Guerra Mundial, la fuerza expedicionaria estadounidense en Europa quiso llevar consigo sus ametralladoras Browning M1917.

Estas no obstante fueron enviadas en pocas unidades y al final los norteamericanos utilizaron modelos franceses y británicos. Sin embargo, después de la guerra, la ametralladora Browning M1917 fue fabricada en grandes cantidades por la industria armamentística estadounidense. Este modelo de ametralladora fue exportado a otros países y su patente vendida.

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La Italia de Benito Mussolini fue uno de los grandes pilares de la España Sublevada durante la Guerra Civil Española.

La industria italiana proporcionó a los rebeldes una gran cantidad de suministros de toda clase, además de enviar una unidad de voluntarios conocida como CTV (Corpo Truppe Volontarie) que llevaron consigo miles de vehículos y armas. Entre esas armas enviadas y utilizadas por el ejército franquista y sus aliados italianos estaba la ametralladora Fiat-Revelli en sus modelos de 1914 y 1935.

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Como ya habíamos adelantado en la anterior entrada, España al inicio de la Guerra Civil disponía de dos modelos de ametralladora.

La Hotchkiss M1914 y la Browning M1895. Esta última tenía su origen en Estados Unidos. El ejército estadounidense logró utilizar este tipo de ametralladora durante la campaña de Cuba en 1898. Era Mucho más ligera y manejable que las pesadas y torpes Gatling, pero irónicamente eran poco fiables.

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