La masacre de la misión de San Sabá, perpetrada en el año 1758 en el territorio de Texas por los indios comanches, tuvo como consecuencia la expedición de castigo llevada a cabo por las tropas presidiales conocida como la Campaña del Río Rojo.
En el año 1757, a raíz de la presión que estaban ejerciendo los indios comanches sobre la frontera norte del territorio de Texas y de las peticiones hechas a los españoles por los indios apaches que poblaban esas tierras de estar dispuestos a cristianizarse en una misión, se crean el presidio de San Luis de las Amarillas y la misión de Santa Cruz de San Sabá.
Los apaches habían sido tradicionalmente una nación muy hostil a los españoles, pero la terrible presión a la que los sometían los comanches los obligó a solicitar estos asentamientos, para interponer a los españoles y procurar así su defensa. Las autoridades virreinales no creyeron en absoluto las pretendidas intenciones de los indios de cristianizarse, pero la presión ejercida por los misioneros no les dejó otra alternativa que aprobar el asentamiento.