Así cuenta el entonces coronel Goded, jefe de la columna de desembarco de Melilla, como se sucedieron las tres oleadas de desembardo el día 8 de septiembre de 1925: A las once y media del día 8 se había logrado por fin la concentración de todas las barcazas que constituían las dos primeras olas de desembarco de la brigada de Ceuta. La servidumbre impuesta por el mar se había hecho notar al no permitir ejecutar el desembarco al rayar el día, como el Mando había previsto.
Pero éste no desistió, pese a la hora extremadamente avanzada, de hacer la operación. A las once y cuarenta, las barcazas en las dos líneas que constituían la primera y segunda oleada, respectivamente, formadas por las columnas de los coroneles Franco y Martín, emprendieron la marcha remolcadas por los «Uads» y embarcaciones más pequeñas. A unos mil metros de la costa, los remolcadores soltaron a las barcazas «K», que transportaban las unidades de la columna Franco, las cuales, por sus propios medios, con los hombres bajo la cubierta blindada, hicieron rumbo a la playa de Ixdain bajo un fuego poco intenso de cañones, ametralladoras y fusilería enemiga.