El progreso favorable de la guerra llevó al desembarco en suelo patrio; y si bien ninguna unidad francesa fue designada para esta misión, durante 1944 todas acabarían combatiendo sobre <<el hexágono>>; la división blindada de Leclerc desde Normandía, y las otras cuatro, a las que se sumaron la 9ª División de Infantería Colonial y todas las unidades menores necesarias para la constitución de un ejército, en Provenza y el valle del Ródano, donde, bajo el mando del General de Lattre de Tassigny, acabarían por formar el 1er Ejército Francés.
La liberación de Francia y la llegada del frente a la línea que va desde la frontera holandesa hasta los montes Vosgos y Suiza, provocó la necesidad de una segunda refundación del ejército francés, pues una nueva fuerza venía a unirse a este: se trata de las Fuerzas Francesas del Interior, la resistencia.