Cuenta la leyenda que cuando Mussolini desencadenó su ataque contra Grecia, el 28 de octubre de 1940, un exultante duce dijo a Hitler, con quien se hallaba reunido en Florencia ese mismo día: “Mi führer, es demasiado tarde, ya estamos en marcha. Estaremos en Atenas en unos días, o en unas semanas”. El momento exacto en que Hitler se enteró de la invasión sigue sometido a disputa. Autores como Martin Van Creveld indican que los alemanes lo sabían desde diez días antes, según D. Lormier Hitler se habría enterado en la noche del 27 y citado a Mussolini con urgencia al día siguiente, y cuenta la leyenda que el dictador italiano se lo habría espetado al alemán aquella misma mañana, cuando ya era irreversible.
Benito Mussolini, el dictador italiano.
La historia, por lo demás, es bastante conocida. Los ejércitos italianos progresaron, al principio, pero luego la ofensiva se deshinchó y pronto fueron víctimas de los contraataques griegos. La marcha gloriosa tornó en desastre. El 14 de noviembre, Hitler envió al duce una carta, que reproducimos aquí por su interés, en la que se puede apreciar tanto la estrategia general de Alemania en los Balcanes como el enfado de su führer con su aventurero colega.