Como vimos, la Primera Guerra Mundial sentó las bases del desarrollo de los blindados pero, a raíz de lo vivido, será durante este periodo cuando aumente el desarrollo y la investigación. Encontraremos gran cantidad de generales que comenzarán a abordar las tácticas y el uso del blindado en combate.
Los británicos JFC Fuller y Basil Liddell HArt, el primero militar y el segundo civil, auspiciaron que la próxima guerra se basaría en la motorización. Los blindados serían acompañados de otras unidades motorizadas que moverían al resto de la artillería y las tropas. Estas teorías tuvieron gran influjo en el ejército británico y a lo largo del periodo de entreguerras se comenzaron a crear batallones mecanizados de manera experimental. El poder de estas unidades será demostrado durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, en concreto en el teatro de operaciones del norte de África.
La figura de J Walter Christie fue algo controvertida durante estos años, pues desarrolló prototipos de gran capacidad y potencia que fueron desechados por el ejército estadounidense debido a su precio. Aprovechando esta tesitura, la recién creada Unión Soviética compró los prototipos para comenzar la producción de blindados. Esta nación buscaba alcanzar el poderío militar y necesitaba formar un ejército poderoso. Junto con la adquisición de patentes, algunos generales soviéticos como Mijaíl Tujachevski plantearon supuestos y teorizaron sobre el nuevo tipo de guerra que se avecinaba. El mariscal Tujachevski planteó las operaciones en profundidad. Esta teoría buscaba el avance rápido de los blindados en divisiones propias apoyados por la aviación y seguidos de infantería para romper las líneas enemigas. Esta táctica tiene gran parecido con la Blitzkrieg (Guerra relámpago) alemana.
Desde la perspectiva germana, el jefe del Estado Mayor de Weimar Hans von Seeckt puso sobre la pesa el avance técnico y propuso teorías como Bewegungskrieg que, con el paso del tiempo, daría lugar a la Blitzkrieg. Estas teorías se oponen a la guerra de masa o envolvente que se venía desarrollando en el mundo germano desde la Guerra Franco-Prusiana y cristalizarán en la Primera Guerra Mundial y el Plan Schlieffen.
Por último, Charles de Gaulle, del que hablamos con anterioridad, vio el horror de la guerra y la llegada de los blindados. Ante esta situación y al finalizar la contienda se dedicó a teorizar al respecto. Con su libro Vers l’Armée de Métier (Hacia un Ejército Profesional) se adelantó a planteamientos como la Blitzkrieg y se opuso a Pétain y los generales franceses que veían factible la creación de la línea Maginot como defensa a una posible invasión germana. Esto le llevó a ser comandante de un regimiento blindado durante la batalla de Francia. Tras esto, liderará la resistencia francesa desde el exilio como general de brigada.
Durante este periodo se produjo una proliferación del tanque mediano. Aquel que por sus dimensiones, peso y capacidad supusieron un gran avance y su desarrollo creció de cara a la contienda que se acercaba. Todas las naciones produjeron diversos modelos de estos vehículos. Junto con estos blindados aparecerá el tanque de combate principal, más pesado, que se convertirá en la columna vertebral de los ejércitos desde esta época a la actualidad.
Expuestas las principales teorías que adelantaban lo que se vería en los campos de batalla de las próximas décadas, llegamos a los albores de la Segunda Guerra Mundial. Ésta, en muchos casos, tendrá como campo de prueba los campos de España durante la Guerra Civil. En el próximo artículo veremos cómo cada uno de los bandos recibió ayuda, principalmente armamentística, de las principales potencias.
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