Las viejas glorias de la Primera Guerra Mundial estuvieron muy presentes en la Guerra de España. Ya se ha visto en los subfusiles y también en las ametralladoras.
En el caso de los fusiles ametralladores ocurrió otro tanto. En 1915, cuando la Gran Guerra llevaba apenas un año desde su inicio, los franceses introdujeron uno de los primeros fusiles ametralladores de uso regular: El Chauchat M15. El arma tenía una composición un tanto extravagante, pues usaba cargadores de media luna de veinte cartuchos, disponía de bípode a mitad del cañón, empuñadura y pistolete. El objetivo de todo esto era en realidad fabricar un arma que fuera barata y manejada por un solo hombre.
La Gran Guerra provocó la necesidad de disponer de armas automáticas poco pesadas; no como las ametralladoras que llegaban a los 50 kilogramos. De esta necesidad nació la Chauchat, aunque en el mundo ya existían armas parecidas como el Madsen M1903 danés. El Chauchat fue un fusil ametrallador que apareció de una buena idea pero que sobre el terreno se comportó bastante mal. El barro de las trincheras y el calibre 8 mm francés no le sentaba bien. Igualmente se fabricaron decenas de miles. Alemania incluso mejoró las que capturó a lo largo del conflicto con nuevos cartuchos y cargadores. Prácticamente casi todos los países Aliados la usaron en la guerra y en el periodo posterior a ella se vendió como excedente militar a otros muchos.
Con el inicio de la Guerra Civil Española, los republicanos en su búsqueda de ingenios bélicos adquirieron un total de 9.000 Chauchat M15. De todos ellos solo se recibieron en torno a unos 400. Esto se explica porque 5.000 fueron capturados en el ya mencionado Silvia y otros 3.600 quedaron retenidos en la frontera rumana. Como pasó en la guerra europea, el diseño no gustó a las tropas, aunque según el proyecto SBHAC no eran malos si el personal estaba instruido en su manejo y mantenimiento. Asimismo, se afirma que el material gráfico existente en su mayoría es en manos rebeldes. No es de extrañar si tal número de estas armas cayó en su posesión. Las armas capturadas se utilizaron en su gran parte en el Frente Norte, aunque hay fotografías que muestran Chauchat en el Frente Centro, en Madrid.
En cuestión de volumen, seguramente fuera el fusil ametrallador más importado en el conflicto. Al fin al cabo, las Chauchat estaban disponibles en grandes números en toda Europa.
Características;
Longitud: 1.143 mm
Peso: alrededor de 9 kg
Calibre: es de suponer que 8 mm Lebel o 7,92 mm Mauser.
Cargador: media luna de 20 cartuchos
Cadencia de disparo: 250 disparos por minuto
Viene de Fusiles ametralladores de la Guerra Civil (I): BAR
Sigue en Fusiles ametralladores de la Guerra Civil (III): Breda M30
En la maestranza de artillería de Sevilla se fabricaron cargadores de repuesto.
Al borde del riesgo
Paweł Deszczyński
Wojciech Mazur
Editorial: Editorial Neriton
Año de publicación: 2004
Edición: 1
Lugar de publicación: Varsovia
Páginas: 455
Formato: 26x36cm
ISBN: 83-88973-98-3