Respuesta de los países.
Desarme nuclear en las exrepública soviéticas, no todas las armas volvieron a Rusia.
Una vez que hemos visto las opciones de los grupos terroristas (especialmente la poca efectividad que tienen las bombas sucias) y su nulo acceso a un arma nuclear convencional, no por ello podemos dormirnos en los “laureles” y veremos qué estrategia global están llevando a cabo los países occidentales (los más amenazados y con mayores recursos) para defenderse y que dividen en tres ideas de actuación: en primer lugar se trata de impedir que los terroristas consigan armas nucleares, o en su defecto, material fisionable suficiente para construir un IND. Si lo consiguen, la estrategia se basa en impedir que los terroristas sean capaces de adquirir todos los elementos necesarios (que como hemos visto son muchos y complicados) así como evitar que algún día puedan los terroristas en llevar el “arma” hasta su objetivo a destruir. Si todo esto no se puede evitar, se trabaja en todo momento desde una vertiente multidisciplinar en, por un lado, hacer ver en todo momento a los terroristas que no habrá ningún beneficio para ellos si llevan a cabo el ataque nuclear, y sí una respuesta de calado (que más adelante veremos cuáles pueden ser) para el grupo en su conjunto, y todos sus aliados.[1]
Ante una detonación nuclear, los países deben estar preparados para actuar lo mejor y más rápidamente posible a nivel mundial, y buscar minimizar los daños. Todo ello debe hacer ver a los violentos que son más los inconvenientes y problemas que conlleva, que las ventajas en su lucha, por lo que seguramente opten por medidas más “seguras” y “sencillas” de provocar muertes y publicidad ante sus enemigos, alejándose de hacer uso de un arma nuclear (la disuasión es muy importante para hacer ver que un ataque terrorista nuclear es la peor manera de conseguir simpatías en ninguna parte del mundo, siendo su uso totalmente contraproducente con su causa).
Primeramente se trata de evitar el que los terroristas adquieran un arma o material fisible, controlando todas las fuentes de UAE, plutonio, las armas existentes y el material fisionable, planteando múltiples y eficaces sistemas de detección y radiación, haciendo ver que es materialmente imposible conseguir material para un acto terrorista nuclear, con lo que se desviaría la atención de estos grupos a acciones más fácilmente realizables (Wilner, 2012). Deben ver los terroristas que un atentado nuclear será contraproducente al provocar más apoyos a su enemigo y una pérdida de aliados y partidarios.
Esta publicidad negativa es la que más puede afectar a los terroristas, pues muchas de sus acciones van encaminadas a aumentar sus seguidores (como se ha demostrado en el uso continuo de canales de youtube por parte del ISIS). La matanza indiscriminada de musulmanes por parte de grupo terroristas ha provocado en los últimos años campañas de simpatías hacia los estados que lo han sufrido y un alejamiento de simpatizantes que ven con horror cómo las mayoría de víctimas de actos terroristas no son nunca los occidentales, sino musulmanes como ellos. Las implicaciones éticas, morales y sobretodo religiosas, deben ser enfatizadas desde los gobiernos e instituciones.
Si aun así no se disuade a los terroristas, y estos están dispuestos a continuar, se les puede persuadir de que no les será posible llevarlo a cabo, por los problemas mencionados de adquisición de un arma nuclear o de material fisionable para hacer un IND, lo que les llevará a ver las ventajas logísticas y económicas de otras acciones (un camión con un conductor kamikaze, un terrorista que acuchilla a un soldado, una explosión al paso de un convoy…) y que consiguen una repercusión mayor y mayores simpatías. Para evitarlo es necesario que las actuales armas nucleares estén controladas y aseguradas, investigando aquellas instalaciones extranjeras que estén en situación de peligro y cooperando con aquellos países para hacerlas más seguras, dándole publicidad a todas estas campañas como método disuasivo (Namboodiri, 2014).
La disuasión nuclear como “garante” de la paz…
En el apartado publicitario, cualquier campaña donde se muestre los logros y sistemas de detección de la radioactividad (detectores portátiles en aeropuertos, puertos, controles por medios aéreos, etc.) harán ver a los terroristas que el arma en sus manos nunca podrá llegar a su destino. Aquí juega también un papel las agencias de inteligencia, en una búsqueda continua de fallos en los sistema de control del material radioactivo y en la lucha continua contra los grupos terroristas, unido a acciones militares de interceptación y eliminación de grupos antes o durante la captación de material nuclear.
Por más que sean criticados por la legalidad de sus acciones (Álvarez, 2008) en esta lucha los estados deberán hacer uso de sus fuerzas especiales para interceptar y asegurar el material sustraído, entrando en países que no autorizan este tipo de acciones y sin ser previamente informados, o más modernamente, haciendo uso de aviones no tripulados y armados que eliminen la amenaza .
Si aun así se produjera un ataque, los gobiernos deberían trabajar, primeramente, en limitar los daños causados, teniendo preparados a sus organismos civiles, sanitarios y militares, y previendo las necesidades que la población afectada necesitará. Por ello es necesario una continua formación de los elementos médicos y civiles, reservas de medicamentos y elementos de descontaminación para las diversas zonas y personas, así como instrucciones claras para distribuir entre los civiles.
Los foros de seguridad nuclear suelen ser escaparates donde el mundo muestra una cierta “unidad” ante el peligro atómico.
– Increase efforts to improve nuclear forensics to attribute the source of any covert nuclear attack, so that the United States can hold accountable any state, terrorist group, or other non-state actor that supports or enables terrorist efforts to obtain or use nuclear weapons; (Department of defense, 2010, p. 46)
En el lado militar y político, toda arma deja un rastro (y una nuclear deja una huella del material usado y su procedencia), y está claro que el grupo terrorista no podrá escapar, así como la fuente que le ha entregado el arma o material, de la correspondiente respuesta internacional (que veremos más adelante) desde varios aspectos, y que normalmente implicará el fin de este gobierno (si así ha sido el caso). Como decíamos esto último, junto con el valor del arma, es lo que induce a pensar que rara vez va a un país va a ceder un arma nuclear a un grupo terrorista, siendo lo más plausible el robo de un arma o de material fisionable.
En la próxima entrada veremos las posibles respuestas de un país y sus aliados.
Viene de Ataque Terrorista Nuclear – Realidad o Mito (II)
Otros artículos del autor Expedientes matrimoniales como fuente de la investigación histórico-militar en el siglo XVII
Mmm hay que ver un documental en Youtube, donde Israel con sus fuerzas Especiales intervino en Siria para evitar que construyera una planta nuclear.
Sin ver el documental ya te digo que me extraña, me explico, el uranio de una central está enriquecido entre un 3-5%, como comento, para que el uranio pueda ser usado con fines militares debe estar en torno al 85%, que es donde la mayoría de los países que han buscado «la bomba» han fallado» ya que necesitaban enriquecerlo por medio de centrifugadoras, y es un proceso largo, caro y laborioso, siendo Irán, el país de la región que más cerca ha estado de conseguirlo. Que no nos vendan la «burra» con una central nuclear a secas no se construye una bomba, hay mucho mito como indico.