Entre el 6 de abril y el 22 de junio, el principal ataque kamikaze contra la flota aliada en Okinawa se llevó a cabo en 10 incursiones en masa con aviones del ejército y de la marina.
Los japoneses lo llamaron misiones Kikusui (Crisantemo Volante). La primera y más extensa de las ofensivas Kikusui se puso en marcha los días 6 y 7 de abril, cuando un total de 355 kamikazes (230 de la marina y 125 del ejército) y 341 aparatos de ataque convencional. A pesar de que los aviones embarcados aliados realizaron un ataque de interdicción al amanecer en los aeródromos de Kyushu, unos 400 aviones japoneses despegaron rumbo a Okinawa el 6 de abril, realizando uno de sus mayores ataques por la tarde (mientras la agrupación de combate del Yamato iniciaba su carga suicida contra Okinawa).
Aunque los piquetes de radar de alerta temprana dieron la alarma y los pilotos estadounidenses reclamaron haber destruido más de 300 aviones japoneses, se registraron unos 40 ataques individuales que impactaron en los navíos de guerra o fallaron por poco. Los pilotos estadounidenses informaron de que muchos de los pilotos japoneses parecían carecer de habilidades de vuelo básicas.
Para las fuerzas terrestres norteamericanas supuso un gran golpe el hundimiento por kamikazes de los transportes de 7600 toneladas Hobbs Victory y Logan Victory, que transportaban la mayor parte de la munición de mortero del Décimo Ejército. La ofensiva contra las posiciones fortificadas del sur de Ushijima tuvieron que cancelarse provisionalmente. Además, resultaron hundidos dos destructores, un barreminas y un buque de desembarco de carros de combate (LST). Tres destructores y un destructor de escolta sufrieron daños de tal gravedad que tuvieron que ser retirados y desguazados; y un destructor y dos barreminas tuvieron que ser retirados y ya no volvieron a participar en más operaciones durante la guerra.
En este primer ataque Kikusui se hizo evidente un patrón que se repetiría a partir de ese momento. En las Estaciones de Radar 1 y 2, a unos 80 kilómetros de distancia al norte de Okinawa, los destructores Bush y Colhoun habían escapado por poco al ataque de bombarderos convencionales poco antes esa mañana. Pero alrededor de las 15.00 horas, los kamikaze atacaron en masa: más de 40 aparatos comenzaron a volar en círculo sobre el Bush a una altitud que oscilaba entre los 150 y los 6100 metros, destacándose uno, dos o tres a un tiempo para realizar los ataques.
La artillería antiaérea de los navíos derribó dos Vals y repelió a otros, pero a las 15.03, un torpedero Nakajima B6N2 Jill solitario hizo una aproximación desde 6400 metros a nivel del mar a través de un muro de fuego y se estrelló contra la chimenea del navío. La detonación de su bomba de 800 kilos en la sala de máquinas dejó al destructor sin potencia. Se produjeron incendios generalizados y el Bush quedó al garete. Aunque su hundimiento parecía inminente, los kamikaze siguieron concentrándose en él, un error táctico que ya se había apreciado en otros ataques.
El Colhoun se acercó con su patrulla aérea de 12 aparatos, pero los aviones estaban bajos de combustible y los refuerzos despachados desde los portaaviones encontraron por el camino poderosas formaciones japonesas y no acudieron a la cita. Enfrentado a 15 atacantes, el capitán Westholm del Bush ordenó a 150 de sus hombres que abandonasen el destructor mientras el resto se dedicaba a los montajes de 40 mm.
Ente tanto, el Colhoun había derribado tres Zeros en pocos minutos, pero un cuarto Zero se estrelló contra su cubierta, iniciando incendios y reduciendo la velocidad del destructor a la mitad. A las 17.17, con más kamikaze en camino, dos Vals y un Zero hicieron picados simultáneos sobre el Colhoun. La artillería antiaérea del navío norteamericano derribó un Val. El Bush derribó otro. El Zero se estrelló contra el Colhoun, dejándolo sin potencia.
A las 17.25, siete kamikaze se dirigieron contra el Colhoun desde varios ángulos, y algunos más se dirigieron contra el Bush. El Colhoun recibió un impacto por debajo de la línea de flotación. El Bush fue casi partido en dos por un Zero que se estrelló en la mediana del navío. A las 17.45, otro Zero se estrelló contra el maltrecho Bush, incendiándolo de proa a popa, y a las 18.30, después de que el Colhoun hubiese encajado otro Zero, el Bush se partió por la mitad y se hundió. De sus 307 tripulantes murieron 94 y 33 resultaron heridos. El Colhoun ardía y se hundía lentamente con 35 muertos y 21 heridos. Entrada la noche, el destructor fue abandonado y hundido al cañón por el destructor Cassin Young.
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