Una vez vistas las implicaciones de este fenómeno para el Estado Mayor japonés volvemos al teatro de operaciones en Filipinas.
Al día siguiente de la visita de Onishi, 24 pilotos voluntarios de Mabalacat habían creado cuatro unidades de «ataque especial» equipadas con Mitsubishi A6M5 Zero armados con una bomba de 250 kilos (o también con dos bombas más pequeñas) que se colocaban en la sujeción del depósito de combustible extra.
Los cinco pilotos de la unidad Yamato partieron de inmediato con rumbo a Cebu, a unos 650 kilómetros al sur, donde formaron el núcleo de otro grupo kamikaze con el 601.º Grupo Aéreo. Los pilotos que quedaron en Mabalacat estaban ansiosos por salir, pero el tiempo, la dificultad de localizar los blancos y los ataques de los aviones de los portaaviones norteamericanos no hicieron otra cosa que provocar más retrasos.
Entre tanto, las noticias de la reciente formación de una fuerza kamikaze se propagaba entre otras unidades, donde fue recibida con gran entusiasmo. Podría incluso haber inspirado un ataque sobre la fuerza de bombardeo aliada situada frente a Leyte el 21 de octubre cuando, a las 06:00 horas, un pequeño grupo de aviones japoneses despegó al amanecer para atacar a los cruceros y destructores norteamericanos y australianos de la Agrupación de Combate 77.3 del contralmirante Berkey.
Un bombardero en picado Aichi D3A2 «Val», posiblemente dañado por el fuego de la artillería antiaérea del HMAS Shropshire, picó a través de un diluvio de proyectiles procedentes de los montajes múltiples del HMAS Australia y, poco después de liberar una bomba, se estrelló contra el puente del crucero, matando a su capitán y a otros 29 tripulantes, e hiriendo a 69 Más.
El Australia, «el primer navío aliado en ser alcanzado por un avión suicida» según un historiador de la Marina Real Australiana, quedó fuera de combate durante un mes. Posteriormente ese día, se efectuó la primera salida kamikaze desde Cebu, integrada por un grupo dirigido pro el teniente Yoshiyasu Kuno. Dos Zeros armados con bombas y una escolta de cazas despegaron a las 16:25: un kamikaze y la escolta regresaron, pero Kuno, que se había jurado encontrar un blanco o perecer cuando se quedase sin combustible, nunca volvió.
No queda registro alguno sobre posibles los posibles resultados de esta salida. El 24 de octubre, el remolcador de flota USS Somona fue hundido en la bahía de San Pedro, en Leyte, por un avión que había picado sobre él, que también infligió daños al buque de la clase Liberty Augustus Thomas. En cualquier caso, tanto este episodio como el del Australia, paracen haber sido más fruto de la ocasión que un verdadero ataque kamikaze planeado.
En la próxima entrada abordaremos el ataque kamikaze del 25 de octubre de 1944 contra los grupos de portaaviones norteamericanos.
Viene de Viento Divino – El fenómeno Kamikaze japonés (VI). La visión estratégica del Estado Mayor Imperial.