Desde que Hitler llega al poder, se comienza a desarrollar la industria pesada y la carrera armamentística, saltándose una de las cláusulas del Tratado de Versalles (1919).
Esto dará lugar a que durante los años tres la producción de material militar germano sea imparable. Con tal poder militar, poco a poco se comenzó a un proceso de expansión y anexiones que culminó con el ataque a Polonia. Las tropas alemanas desplegaron un total de un millón y medio de soldados, dos mil setecientos blindados, nueve mil cañones y dos mil trescientos aviones. Sin duda, la combinación de aviones y tanques dieron lugar a una victoria rápida no exenta de heroísmo polaco, como vimos en la anterior entrega.
El primero de los blindados usado por los alemanes fue el Panzer I, ligero y probado ya en la Guerra Civil Española. Fabricado por Henschel, MAN AG, Krupp, Daimler-Benz. Este pequeño vehículo llevaba en su interior dos personas, comandante y operador, para controlar el vehículo y dos ametralladoras MG 13 de 7,92 mm. Para completan este vehículo se añadió un blindaje de 7 y 13 mm. Sus dimensiones, escasa altura y peso hacen que pudiera alcanzar los 50 km/h por carretera y los 30 km/h campo a través.
El primero de los vehículos era rápido y maniobrable pero le faltaba potencia de fuego. Para solucionar este problema se desarrolló el Panzer II. El segundo vehículo de esta familia sustituía una de las ametralladoras por un cañón automático KwK 30 de 20 mm y mantenía una ametralladora MG 34 de 7,92 mm, esto hace que la tripulación aumente a tres. Aprovechando las mejoras realizadas en lo armamentístico, la potencia del motor y el tamaño de las orugas aumenta hasta proporcionar 40 km/h campo a través. Viendo las posibilidades y las mejoras, se optó por un blindaje mayor, de 20 mm.
Por último, aparece el tercer blindado usado durante la primera parte de la guerra: el Panzer III. Considerado ya tanque medio, el vehículo contaba con un cañón Kwk al que se le fueron cambiando los milímetros: 37, 50 y, finalmente, 75 mm. Como arma secundaria se añaden dos o tres ametralladoras idénticas al modelo anterior.
Ante el aumento de armas, la tripulación sigue en aumento a cinco pasajeros (comandante, artillero, cargador, conductor, operador de radio/ametrallador). Podríamos estar hablando del primer blindado tal y como los conocemos actualmente gracias a todas estas características, su disposición del blindaje (30 mm en el frontal y torreta frente a 18 mm en las partes más débiles), barras de torsión como elemento de suspensión y orugas con rodillos de apoyo. Tanto el Panzer III como los modelos anteriores dejarán de estar en servicio con el final de la guerra y, la mayoría, serán desguazados.
Los Panzer, como dijimos, formarán la piedra angular de esta nueva forma de guerra e irán acompañados de aviones de diverso tipo, bombarderos y cazabombarderos, y vehículos de transporte de tropas para mayor maniobrabilidad y rapidez en el ataque. Quizá el más famoso de estos vehículos será el Sd. Kfz. 251 o semioruga.
Los alemanes eran conocedores de su poderío blindado y tenían gran confianza en él. Conquistada Polonia, el próximo objetivo era que las orugas se abrieran paso hacia el Oeste. La campaña de Francia cambiará la guerra para siempre y dejará al anquilosado mando militar galo fuera de juego.
“Nuestro Panzer ruge adelante entre el viento huracanado
Con atronadores motores rápidos como el rayo”
Estrofa de la Panzerlied, himno de las divisiones acorazadas de la Wehrmacht
Viene de Uso de vehículos de combate en la historia (XV) – Polonia 1939
Sigue en Uso de vehículos de combate en la historia (XVII) – Jaljin Gol