Miércoles, 31 de mayo de 1944, el gran día está a punto de llegar y los paracaidistas abandonan Aldbourne rumbo a la que será su última base en suelo inglés antes de la invasión: Upottery, a quince kilómetros de la costa sur de Inglaterra. Han pasado casi dos años desde que los hombres llegaron a Camp Toccoa para empezar su entrenamiento en agosto de 1942. En aquel momento los alemanes avanzaban a toda prisa hacia el Cáucaso y, en el norte de África, Rommel se hallaba ante El Alamein, a las puertas de Alejandría.
Los hombres partieron hacia Fort Benning en diciembre del mismo año, poco después de que los ejércitos norteamericanos entraran efectivamente en guerra tras haber desembarcado en el Marruecos y Argelia; en el frente ruso los alemanes habían sido cercados en Stalingrado. Para abril, cuando los paracaidistas estaban en Camp Mackall, la guerra en África iba bien, pero las ofensivas rusas de invierno habían sido contenidas. Podría decirse que la guerra se había ralentizado.
Julio de 1943, los paracaidistas efectúan complejas maniobras de guerra en Indiana, Kentucky y Tennessee, en esas mismas fechas, en el este estalla la batalla de Kursk, y en el Mediterráneo los angloamericanos desembarcan en Sicilia, cae el gobierno de Mussolini. Al mes siguiente los paracaidistas están en Bragg y luego inician su viaje hacia Europa. Para entonces la última gran ofensiva alemana en el este ha fracasado, y Sicilia cae definitivamente en manos aliadas. El 16 de septiembre, las tropas paracaidistas llegan a Aldbourne, en Inglaterra, ya están en la Europa en guerra, pero sus vidas siguen siendo muy pacíficas, así va a ser hasta mayo de 1944. Entretanto, sus compañeros en Italia desembarcan en Salerno, avanzan hasta la línea Cassino, desembarcan en Anzio y, por fin, rompen el cinturón defensivo que parte Italia en dos, empieza el avance hacia Roma. En el este, entretanto, tras los combates sobre el Dniepr, empieza 1944, el año de las grandes ofensivas, durante cuyos primeros seis meses el Ejército Rojo despeja casi toda Ukrania y expulsa al Heeresgruppe Nord de las cercanías de Leningrado.
Son muchas pues las cosas que han sucedido en estos veintidós meses, podría decirse incluso que los aliados han conseguido darle la vuelta a la guerra. ¿Cuál ha sido la utilidad de los paracaidistas en este proceso? En el este, escasa, a pesar de haber sido pionero en su creación, el Ejército soviético los emplea muy poco. En el oeste la cosa es diferente. Los paracaidistas han combatido en los desembarcos de Marruecos y Argelia, en Túnez, en Sicilia y en el desembarco en la propia Italia, pero hasta entonces los éxitos, cuando los ha habido, han sido extremadamente costosos.
El viernes 2de junio, los oficiales de la 101.ª División paracaidista son convocados a una reunión crucial, donde se les desvela que su objetivo será Francia, y que el salto se efectuará en la noche del 4 al 5 de junio (posteriormente se retrasará 24 horas a causa del tiempo). Entonces surge la pregunta: ¿seremos aptos? ¿Habrá merecido la pena tanto esfuerzo? Es una de las grandes preguntas del arma paracaidista durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Merecía la pena mantener toda una división fuera del frente durante 22 meses para poder lanzarla sobre el enemigo desde el aire? Ahí queda la pregunta.
Entonces la 82 tuvo mucha más experiencia de combate, pero por lo que he leído en Normandía no lo hicieron mejor que los de la 101.
Y hablando de tropas veteranas en Normandía. La 1 de infantería también había estado en África. ¿Alguna más?
La verdad es que la 82 tuvo un salto bastante menos disperso que la 101. Los Pathfinders del 505 regimiento (de la 82) cayeron en su sitio balizando correctamente a su unidad, y cumpliendo sus objetivos para el día D. Aguantaron los contraataques en La Fiere, y al norte en Neuville. Hay que tener en cuenta también que parte de los mandos de la 101 salieron la 82 división.
De los norteamericanos, la 2nd Armored era veterana de Sicilia, pero por lo demás habian dejado las veteranas del Mediterraneo en su sitio, en parte por la creencia que las unidades llegan a cierto pico de efectividad en medio de su historia de combate, que empieza a subir a partir de su bautismo de fuego hasta 90 días, por lo cual las divisiones de Italia estaban ya pasadas dentro de ese concepto. Por esta razón, se hizo una mezcla donde predominaron las tropas sin experiencia de combate, pero en teoría con más brios y el elan que tienen aquellos que no estan desgastados por el combate.